Los incendios que asolan a Ucrania se encuentran a menos de 2 kilómetros de la planta nuclear de Chernobyl.
Imagen tomada desde el techo de la central nuclear de Chernobyl en Ucrania, dentro de la zona de exclusión. (Policía de Ucranía vía AP)

Un incendio que estalló hace diez días en la zona de exclusión de la central nuclear de Chernobyl, alcanzó este 13 de abril la localidad de Prípiat que se encuentra a dos kilómetros de los depósitos con residuos radiactivos de la planta.

Este lunes, uno de los trabajadores turísticos de la Zona de Exclusión de la central nuclear abandonada de Chernobyl, informó desde sus redes sociales que los incendios que azotan al país del este de Europa desde hace días están a «menos de 2 kilómetros» del sitio donde se encuentran los depósitos radiactivos más peligrosos.

Cientos de bomberos se encontraban combatiendo un incendio forestal en la zona de exclusión de Chernobyl, mientras las autoridades insisten en que no hay ningún riesgo para el reactor accidentado y las instalaciones de almacenamiento de desechos nucleares que se encuentran en las cercanías.

«No hay amenaza para la planta de energía nuclear de Chernobyl y las instalaciones de almacenamiento», dijo Volodymyr Demchuk, del servicio de emergencia de Ucrania, en un comunicado en video el lunes por la noche.

El incendio estalló hace 10 días en el lugar donde se registró el peor accidente nuclear del mundo en 1986.

El satélite Suomi NPP, un proyecto conjunto de la NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos, capturó una foto el 5 de abril de los incendios forestales en la zona de exclusión de Chernobyl en Ucrania.

Los bomberos llevan días intentando sofocar el incendio, pero que debido al fuerte viento reinante el fuego sigue avanzando en dirección a la central.

Mientras tanto, Greenpeace también dijo que los incendios son mucho más extensos que lo informado por las autoridades.

En los últimos días activistas se dedicaron a cavar trincheras y hacer cortafuegos para evitar que el fuego alcance la zona de la central, donde un moderno sarcófago cubre desde 2016 el averiado cuarto reactor y, según sus constructores, garantizará su seguridad durante los próximos cien años.