Serán destinados $800 millones para incentivar a los usuarios a generar su propia electricidad a partir de energías renovables.
Se reglamentó la Ley Nº 27.424 que establece el Régimen de Fomento a la Generación Distribuida de Energía Renovable integrada a la Red Eléctrica, a través del Decreto 986/2018.
Esta normativa es el paso inicial para que hogares, empresas e instituciones puedan generar su propia electricidad para abastecerse de energía y, a su vez, entregar los excedentes a la red.
Que es la generación distribuida?
En líneas generales, la generación distribuida puede definirse como la producción de energía eléctrica de baja potencia cuyo destino principal es el autoconsumo, pero con la novedad de poder inyectar los excedentes a la red de distribución.
La Ley 27.424 agrega dos cuestiones a esa definición: (i) la utilización de fuentes renovables y (ii) el cumplimiento de los requisitos técnicos que establecerá la reglamentación. La ley denomina como Usuario-Generador a quien realiza esta actividad.
La tecnología renovable que notoriamente presenta un mayor grado de desarrollo para generación distribuida es la solar fotovoltaica.
Cuando el panel solar esta generando mas energía de los que necesita su casa, el excedente se lo entrega a al red y el medidor toma ese dato. A la noche el panel no tiene batería, y el usuario recibe electricidad de la red. El medidor después descuenta de la boleta la energía que se entregó.
De esta manera, los usuarios residenciales y las pymes podrán ahorrar en gastos de su factura de luz y, eventualmente, ganar dinero por la generación de electricidad, que deberá ser devuelto por las distribuidoras o descontado como un crédito a futuro.
Esta reglamentación es el primer paso hacia el fomento de energías renovables, aunque todavía hay una barrera importante: el precio de los paneles solares.
Por ello, para promocionar el sistema se destinarán $800 millones en 2019. En concreto se establece que $500 millones serán para promocionar el régimen, con financiamiento para acercar a los usuarios, mientras que otros $300 millones serán créditos fiscales.
Según Maximiliano Morrone, director nacional de promoción de energías renovables:
«El costo de la instalación de un equipo para generar electricidad usando entre 6 y 8 paneles en un hogar, ronda los u$s 3000 a u$s 4000, con una inversión que se recupera en unos 7 años.»
Sebastián Kind, subsecretario de Energías Renovables aseguró que el financiamiento servirá para ayudar a que los usuarios, que hoy ven imposible esa inversión, al menos puedan evaluarlo.
El objetivo es sumar unos 1000 MW a la red a través de la generación distribuida y federalizar el sistema. El régimen debería funcionar como un efecto contagio: los usuarios residenciales, al ver que a sus vecinos les funciona la inversión, probarían de a poco el sistema.
Y en zonas rurales…
En la actualidad el 98% de los hogares argentinos tienen cobertura eléctrica, equivalente a 16 millones de usuarios.
Se busca llegar al 2% restante a través del PERMER (Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales), programa en el que el Estado ayuda a instalar paneles solares en viviendas alejadas de la red, como en la Puna o la Patagonia.
¿Por qué se fomenta la generación distribuida?
En línea con establecido en el artículo 2° de Ley 27.424, la generación distribuida presenta distintos beneficios que justifican el interés nacional de esta actividad.
La Generación Distribuida tiene ciertas ventajas comparativas frente a proyectos de mayor escala, entre las que es posible destacar:
- Períodos de instalación muy breves, lo que facilita su financiamiento
- Instalación gradual, lo que evita sobredimensionamientos de la oferta de generación eléctrica
- Bajos costos de desmantelamiento, lo que facilita la reventa o relocalización de los equipos.
A estas ventajas comparativas, se suman distintos beneficios para la red eléctrica, por ejemplo:
- Diversificación de la matriz a nivel geográfico.
- Reducción en costos de transmisión y distribución, con menor necesidad de contar con capacidad ociosa (con efectos particularmente positivos para balancear picos).
- Reducción de pérdidas de energía eléctrica por transporte.
La industria de la generación distribuida presenta un alto grado de potencialidad en la Argentina y es una industria que al mismo tiempo podría constituir una herramienta adicional para acelerar la recuperación del sector eléctrico.