Un tercio de los microplásticos que lanzamos a los océanos proviene del lavado de la ropa

un nuevo estudio de la Institution of Mechanical Engineers revela que un 35% de los mciroplásticos liberados en los océanos de todo el mundo proceden de textiles sintéticos.

Este estudio sugiere que, cada vez que una prenda de ropa se lava hasta 700.000 fibras microscópicas llegan a los océanos, siendo engullidas por la vida marina e incorporadas finalmente a la cadena alimentaria.

Para mitigar estos efectos el estudio recomienda lavar la ropa a una temperatura más baja, usar bolsas de malla para colar los hilos, usar secadoras con menos frecuencia o instalar filtros en las tuberías.

En el estudio Engineering Out Fashion Waste también se destaca como la industria de la moda contribuye a la contaminación del agua en todo el mundo: consume mucha energía y produjo 1.200 millones de toneladas de CO2 equivalente (CO2e) en 2015, más emisiones que los vuelos internacionales y el transporte marítimo combinados.

Aurelie Hulse, autor principal de Engineering Out Fashion Waste dice:

Tenemos que basarnos en las iniciativas existentes de la industria y reconsiderar la forma en que se fabrica la ropa, hasta las fibras que se utilizan. Las prendas deben ser creadas para que no se deshagan en las costuras y puedan reciclarse después de que han sido usados durante muchos años. Las telas deben diseñarse para no arrojar microfibras cuando se lavan y la industria necesita ver cómo se pueden hacer las eficiencias en el proceso de corte, que actualmente arroja 60.000 millones m2 de material de corte desechado en las plantas de fábrica cada año.

La Institución exige una acción urgente para abordar los residuos producidos durante el ciclo de vida de una prenda de vestir. Esto incluye los procesos de uso intensivo de agua durante la fabricación, eliminar los colorantes en exceso y abordar el problema de la eliminación de una prenda al final de su vida útil.

Tres quintos de toda la ropa producida se envía a un vertedero o se incinera en el plazo de un año a partir de la fabricación.

“La industria del vestido es una de muchas industrias que tiene un triple impacto con las emisiones al aire, al agua y a grandes cantidades de desechos producidos para vertederos e incineración”, afirmó Jenifer Baxter, Jefe de Ingeniería de la Institution of Mechanical Engineers

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